Escarificacion

Nota encontrada en: Acá

Leanlá por favor!!!

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Es la Semana Santa un tiempo de pena y penitencia para los creyentes y seguidores de ese concepto existencial que es el pecado y la culpa. Ajenos a esa percepción mística, una parte acaso minoritaria de nuestra juventud también goza infringiendo daño a su propio cuerpo aunque su excusa sea otra bien diferente. Esnobismo o rebeldía; un modo de respuesta a la dictadura de las fashion-victims o, paradojas de la vida, otra forma de caer en ella. Se ha pasado de los repetitivos pinchazos tintados del tatuaje en zonas especialmente sensibles como la cara interior de los muslos, al piercing que tanta grima da a sus detractores. Lenguas, narices, cejas, ombligos o zonas erógenas, cualquier parte de la anatomía es buena para ese grito mudo contra lo establecido que hasta hace bien poco se contentaba con los cabellos de colores. Todo bien hasta que los grandes almacenes empiezan a integrarlo. Llegado a ese punto es necesario intentar dar un paso más allá. Ahora que la administración
intenta regular la higiene y modo de realizar el piercing en la quinta planta delCortinglés, surge el rollito "after-piercing". Comenzamos pues a ver por la calle a jóvenes que muestran orgullosos sus "escarificaciones", - que digo yo que vendrá de la palabra inglesa "scar", o sea, cicatriz -. El método es sencillo y barato: uno mismo se produce cortes con un cutter en su propio cuerpo, se llenan de porquería para que se infecten un poquillo y así sea más evidente la cicatriz. Una vez que se cae la costra, el resultado es permanente y puedes mirar por encima del hombro a tu coleguilla que no ha tenido el valor o la estupidez necesaria para imitarte. Esto no es nada nuevo. Recuerda al cantante Seal que, en un regreso a sus raíces originales, se infringió cortes en la cara como es costumbre en los guerreros de su tribu africana. Lo malo es que ya no hay vuelta atrás si es que algún día te da por cambiar de idea. Existe todavía gente más moderna que se provoca tajos profundos en la frente, hasta el cráneo, uno a cada lado, simétricos, los abonan con yeso y cuando cicatrizan se solidifican con el propio hueso, convirtiéndose en verdaderos cuernos que lucirán en fiestas nocturnas y serán la envidia de sus amistades. Y el no va más del "after-piercing": uno se raja la piel, te introduces el pendiente dentro y te coses para llevarlo, pero de incógnito...

No sé si me estoy haciendo viejo o si la gente se ha vuelto loca.


FOTO: Ombligo femenino escarifizado. Muy pronto la cesárea causará furor.
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Saludos
Leonel - AzoG v3.0